Este concepto surgió al tratar de que los derechos humanos dejasen de ser algo denso y difícil de entender. La idea es transmitir que son algo lleno de color, de energía y con mucha vida; algo que se quiere leer y entender, y que se quiere tener siempre al lado, ya sea encima del ordenador o dentro de él.
La agencia Contrapunto ha sido la encargada de realizar para Amnistía Internacional la creatividad y diseño que consta de una colección de salvapantallas en torno a la Declaración universal (con dos packs de seis piezas de videoarte que representan uno de los derechos humanos fundamentales) y la creación de la figura del “protestón”.
Los "protestones" son muñecos recortables con mensaje. Se montan y están listos para aparecer en nuestro escritorio y lanzan mensajes simples (“No me cierres la boca”) abordando temas como la censura, las minorías sexuales, la igualdad ante la ley, la abolición de los malos tratos... Tanto los salvapantallas como los "protestones" tienen un precio de sólo 1€ y están a la venta en la tienda virtual de Amnistía Internacional.
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